Monica

Hola, conozco al Dr. Umbert desde hace ya muchos años. Hace dos años me diagnosticaron una enfermedad neurodegenerativa sin cura al día de hoy.

El neurólogo, tanto en la seguridad social como el privado me dijeron que debía medicarme inyectándome periódicamente (entre diario a semanal, según fármaco) inmunomoduladores. Aquello supuso un auténtico shock para mí. Soy Dra. En Biología Molecular, y por tanto entendía muy bien lo que iba a significar eso en mi vida (tienen efectos secundarios, nada infrecuentes, muy severos; auténticas bombas farmacológicas, de las que en realidad se desconoce el mecanismo molecular, es decir, se dispara a ciegas).

Dichos medicamentos, además, ni siquiera van destinados a curar sino tan solo a paliar los brotes. Estudié los fármacos que me habían propuesto, lo pensé, medité y decidí que no me iba a medicar; que debía haber algún otro camino más razonable. Fue ahí donde decidí recurrir al Dr. Umbert, pues sabía que es el máximo experto en problemas multisistémicos en los que siempre hay implicada inflamaciones no perceptibles. Fue todo un acierto.

Primero abordamos haciendo unos análisis de sangre y saliva supercompletos, abordando de golpe parámetros inmunológicos, endocrinos, etc…, a la vez miramos la espalda para ver inflamaciones asociadas a la columna (que me dolía) y visité a la nutricionista de su equipo (pues había perdido muchos kilos tras vivir un fuerte estrés). ¡Dimos en el clavo !Las hormonas del estrés estaban disparadas y llevaban así mucho tiempo, lo que había provocado fatiga, inflamación y otras alteraciones peligrosas. Pusimos arreglo tomando complementos nutricionales específicos (Vit, D; Omega3 ·; megaquecitina, etc…); corrigiendo las desviaciones de la espalda, haciendo una nutrición adecuada a mi estado metabólico y endocrino y haciendo ejercicio físico (natación y estiramientos de espalda). Lo cierto es que tres años después, los neurólogos me dicen en las revisiones que el diagnóstico de esclerosis múltiple inicial fue correcto pero que realmente la enfermedad ¡no está, pues no hay ninguna muestra de actividad autoinmune desde entonces! Y yo he recuperado la vitalidad y algún kilo que me hacía falta.

Si se mira desde la ignorancia, la propuesta inicialmente parece un tanto descabellada, pero si lees, y comprendes todo el fundamento científico que hay detrás, resulta ser de un aplastante sentido común. De hecho, el cuerpo es un único sistema constituido por múltiples sistemas interrelacionados entre sí y todo afecta a todo. Es evidente que tenemos que caminar hacia una medicina integral y personalizada. ¡Menos bombas farmacológicas y más sentido común!

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